Había nacido un 19 de junio de 1764 en un hogar de familia
privilegiada de la ciudad de Montevideo.
Esto le permitió recibir educación en el convento de los padres franciscanos. Sus abuelos fueron de los primeros pobladores de la ciudad de Montevideo, vinieron en barcazas desde España y fueron recibidos por Zabala, en una ciudad que estaba naciendo.
Esto le permitió recibir educación en el convento de los padres franciscanos. Sus abuelos fueron de los primeros pobladores de la ciudad de Montevideo, vinieron en barcazas desde España y fueron recibidos por Zabala, en una ciudad que estaba naciendo.
Cuando era adolescente se fue a atender una de las haciendas de su
padre en donde se adiestró en trabajos de campo. Pero pronto deja su posición
de mozo rico y recorre, junto al gauchaje todo el territorio oriental
cuereando, monteando, contrabandeando ganado y peleando contra los portugueses.
Así adquirió un extraordinario conocimiento de la campaña. Su
audacia, su coraje, su destreza, le fueron creando prestigio entre gauchos y
estancieros.
Cuando se creó el cuerpo de Blandengues ingresó a él y con el
tiempo se convirtió en capitán. Participó
en las invasiones inglesas y allí aprendió la táctica militar. Su amor a
la libertad lo hizo desertar de los blandengues y ponerse a las órdenes de la
Junta de Mayo y de la revolución.
Frío y reservado de temperamento, duro y fuerte de carácter, un
hombre con iniciativa y espíritu de lucha, así lo apreció la Junta y enseguida
supo que era el hombre adecuado para dirigir la revolución de las provincias.
Pero su lealtad hacia sus ideales democráticos, republicanos y
federalistas hicieron que justamente, esa misma Junta bonaerense que lo había
elegido, lo considerara, poco tiempo después, un traidor.
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